Habitantes de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, y el principal grupo de la oposición siria expresaron su indignación después de que unos rebeldes decapitaran a un niño, denunciando un "acto de odio" en un país arrasado por los horrores de la guerra.
'Rebeldes Moderados' de Alepo brutalmente decapitan a un joven que han capturado el 19 de julio de 2016, cerca del campamento de refugiados de Handarat en el norte de Alepo.
El niño, que es ostensiblemente menor de 12 años, fue detenido por militantes islamistas (que luchan por el Movimiento Nour al-Din al-Zenki-turca), por supuestamente ser un ser combatiente de la palestina Liwaa Al Quds (brigada de Al-Quds).
Sin embargo, un material liberado por los captores muestra el menor de edad que llevaba ropa desigual, rodeado por los combatientes barbudos en el maletero de un coche de recogida.
Otro video repugnante muestra un combatiente que empuñan cuchillos decapitando al niño que ha sido acostado en el maletero de una camioneta con la mano esposado a la espalda.
Con el grito siniestro de Allahuakbar, el verdugo mantuvo en alto la cabeza del niño y luego la puso sobre su espalda.
Liwaa Al Quds es una facción paramilitar palestina a favor del gobierno formado por los palestinos que han sido expulsados de sus hogares en el campo de Handarat desde que los militantes islamistas tomaron el vecindario. En la actualidad, el grupo está luchando junto al ejército sirio para volver a tomar el campamento.
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