Recientemente se conoce el caso de una mujer quien prefiere estar en el anonimato, esta señora tenía una hinchazón en el útero y se sometió a una operación para eliminar un quiste. Los médicos al revisar el quiste eliminado estaba lleno de una sangre oscura algo inhabitual.
La señora pensaba que iba a recuperar de la operación, pero estaba totalmente equivocada. Al pasar unos meses la hinchazón volvió y ella sorprendida sin dudar acudió a su ginecólogo; durante la consulta el médico le hizo una pregunta que la dejó paralizada. Le pregunto que si ella consumía frecuentemente alitas de pollo y ella sin dudar le dijo que sí, pero a la vez inquieta preguntándose como haría el doctor para saber lo que ella comía?
El médico le dice que hoy en día los pollos son inyectados con esteroides para acelerar de alguna forma su crecimiento para que pueda satisfacer a las personas y que por lo general siempre los inyectaban en el cuello y alas.
El esteroide que este contiene en las mujeres causa un efecto muy peligroso, debido a las hormonas femeninas y es por ello que tiende a sufrir de crecimiento de quistes de ovario. Así que nuestro consejo es que las personas deben controlar lo que come y tratar de disminuir las alitas de pollo que no podemos negarlo son deliciosas, pero debemos cuidar primero nuestra salud.
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