El 13 de noviembre de 2016 el Instituto Sarstoon Temash de Manejo Indígena (SATIIM) en asuntos de prensa, informó que el ejército guatemalteco interceptó una patrulla de vigilancia participativa organizada por SATIIM para monitorear la deforestación, proteger la biodiversidad y actividades ilícitas en sus territorios ancestrales en el sur de Belice.
El Parque Nacional de Sarstoon-Temash, creado en 1994, protege un complejo de humedales, bosque húmedo y manglares ribereños de relevancia mundial. El parque tiene la Categoría de Manejo II de la UICN. Debido a su tamaño, 16.955 hectáreas, es la segunda área protegida del país y se ubica en el departamento de Toledo, al sur de Belice en la frontera con Guatemala. De acuerdo con Caddy et al (2001), el área posee una alta biodiversidad, sin embargo, se carece de listas de especies y estudios sistemáticos que den cuenta apropiadamente de ella.
El parque da cuenta de un complejo conjunto de varios tipos de ecosistemas terrestres. Predominan en el lugar los bosques anegados estaciónales y permanentes, con unas 1.100 hectáreas de turberas en tierras bajas cubiertas de un musgo único en toda la región. El parque posee una laguna interior de aguas saladas y 9.600 ha de pantanos salinos. Aloja el único palmeral de Belice, además del manglar rojo más grande y mejor conservado del país. Es hábitat de varias especies amenazadas y vulnerables, como el mono aullador negro, la tortuga blanca, la danta, el manatí de las Indias Occidentales y el cocodrilo de Morelett (Ramsar). Berkey 1994 (citado por Caddy et al, 2001) menciona que el distrito de Toledo fue un área de asentamiento maya desde antes de la conquista y creación del estado de Belice. Sin embargo, durante el siglo 18 y 19 los españoles forzaron a los mayas del sur de Belice a emigrar a Guatemala. Lo cual convirtió el área en una zona prácticamente despoblada hasta la llegada de los garífunas. Al final del siglo 19 y principios del 20, dos grupos distintivos de mayas, mopan y kekchis, empiezan su migración desde Guatemala para establecerse al sur de Belice. Los garífunas, también conocidos como afrocaribes, son los descendientes los indios Arawak de América del Sur que se mezclaron con esclavos africanos fugitivos. Los garífunas llegaron a Belice y a la zona de SarstoonTemash a comienzos del siglo 19.
Existen cinco comunidades indígenas y tradicionales ubicadas en los límites del Parque. Cuatro de estas cinco comunidades (Crique Sarco, Midway, Sunday Wood, y Conejo) son habitados por cerca de 900 mayas kekchis, mientras que la comunidad garífuna (Barranco) tiene entre 150 a 200 habitantes (SATIIM). Los idiomas primarios de estas comunidades son el maya kekchi y el garífuna. El segundo idioma es el inglés, el que es hablado por la mayoría de los residentes de Barranco y por el 60% de los mayas kekchis.
El sistema maya de tenencia de la tierra está gobernado principalmente por un sistema comunitario de manejo de la tierra. La asignación de parcelas se realiza a través de un proceso de consulta que es supervisada por los líderes del pueblo. Caddy et al (2001) recalca la inestabilidad de las comunidades mayas debido a la falta de títulos de dominio de sus tierras y una creciente presión para establecer proyectos de desarrollo.
Los garífunas dejaron la pesca y la agricultura de subsistencia. Los residentes de Barranco dependen fuertemente de las remesas enviadas por los miembros de la familia que viven en el exterior (DeVries et al, 2003). La comunidad está preocupada por las invasiones de tierra y por la propia situación de inseguridad en cuanto a su tenencia. Al igual que los mayas, los garífunas reclaman la propiedad jurídica de sus tierras ancestrales, a las cuales las consideran como su patrimonio comunal. Los recursos naturales han atraído la atención de empresas nacionales e internacionales, especialmente para explotaciones forestales.
Participación de las comunidades en el manejo y administración del parque
Cuando se estableció el parque el gobierno no contaba con los recursos para su manejo. La creación de esta área se debió a presiones de la comunidad internacional a adoptar medidas de protección ambiental, a cambio de ayuda económica. El gobierno no consultó a las comunidades indígenas residentes cuando estableció el parque, y las comunidades desconocieron la existencia del AP hasta tres años más tarde. Al conocer la existencia del parque la reacción de la comunidad fue de rechazo. Las comunidades se organizaron para hacer frente a lo que percibían, inicialmente, como un peligro para sus sistemas de vida y supervivencia (Caddy et al, 2001).
En 1997, la comunidad decide revertir la situación e iniciar el diálogo con el gobierno para conseguir el co-manejo del parque. El diálogo se llevo a cabo con participación de organizaciones nacionales indígenas, tales como el Consejo Kekchi de Belice (KCB), la Asociación de Alcaldes de Toledo (TAA) y el Consejo Nacional Garífuna (GNC). Además de organizaciones como el Centro de Estudios Ambientales de Belice (BCES), el Consejo de Conservación de las Áreas Protegidas (PACT), the Nature Conservancy, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Caddy et al (2001) distinguen a la falta de recursos del estado como un factor que aumentó la receptividad del gobierno hacia la participación local en la administración de las áreas protegidas.
Se formó un Comité Directivo conformado por representantes de cada poblado y delegados del KCB, el NGC, la TAA, el PACT y el Departamento Forestal. Este comité obtuvo varios subsidios pequeños que fueron usados para formalizar y fortalecer la iniciativa comunal. Se obtuvo financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, del Gobierno de Belice, del Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (IFAD) y cooperación de la ONG estadounidense EcoLogic (SATIIM).
El Instituto Sarstoon-Temash de Manejo Indígena (SATIIM) fue oficialmente establecido en 1999, como sucesor del comité directivo original. En abril del año 2003, SATIIM firmó un acuerdo con el gobierno de Belice que establece la estructura de co-manejo del parque nacional. Al mismo tiempo, SATTIM formaliza una relación de trabajo con la organización guatemalteca FUNDAECO, para atender conjuntamente aspectos de conservación costeros. SATIIM es también miembro de la “Alianza Trinacional para la Conservación del Golfo de Honduras”, que es una red regional de organizaciones en Guatemala, Belice, y Honduras.
La comunidad maya y garífuna desempeñan un papel central en la gestión del área al ser miembros de SATIIM. Se ha procurado desarrollar pequeñas actividades comunales de generación de ingresos, tendientes a unificar objetivos de desarrollo y de conservación. Un ejemplo de ello, es la producción orgánica de cacao para exportación y el uso de agroforesteria en la zona de amortiguamiento del parque. La organización señala que la fortaleza del proyecto ha sido considerar la dependencia económica y cultural de las comunidades respecto de su medio, y éste enfoque socio-económico cobra relevancia en la iniciativa de conservación. El Banco Mundial-FMMA ha otorgado financiamiento al proyecto “Manejo comunitario para la conservación de Sarstoon-Temash” (COMSTEC por sus sigla en inglés). Gracias a este apoyo el parque cuenta con un plan de manejo (2004-2009) y SATIIM ha desarrollado su plan estratégico (2005-2010).
SATIIM contrató los servicios de expertos para realizar una evaluación biológica del parque. La tarea contó con la participación de 20 miembros de las comunidades vecinas, quienes recibieron formación como para-biólogos. El estudio permitió identificar un nuevo ecosistema pantanoso con presencia del musgo del género Sphagnum. Se han realizado evaluaciones de tipo socio-económica, ecológica, hidrológica, y geológica y de suelos. Se ha desarrollado un plan de uso público y ordenamiento territorial, además de desarrollo cartográfico de los límites comunales. Esto en el marco de COMSTEC orientado a desarrollar capacidades para la evaluación, monitoreo de la biodiversidad, y mejorar la gestión comunitaria del territorio (SATIIM).
Recientemente, SATIIM en conjunto con FUNAECI han sido acreedores de un financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente para pequeños proyectos (US $40.000). El objetivo del proyecto es desarrollar mecanismos comunitarios de base para enfrentar la sobre pesca en las aguas adyacentes el parque nacional Sarstoon-Temash en el golfo de Honduras. De este modo se espera aumentar la conciencia del impacto de prácticas no-sustentables de pesca, definir buenas prácticas, y establecer un marco normativo en Belice y Guatemala.
Logros y desafíos
La evolución en la gestión de Sarstoon-Temash ha demostrado que una organización sin experiencia, como SATIIM en sus inicios, es capaz de asumir un rol de gestión cuando el apoyo es propicio. SATIIM ha enfrentado una madurez organizacional no ausente de dificultades, especialmente para vencer la –aún remanente- resistencia local al proyecto por ciertos grupos locales y responder satisfactoriamente a las inquietudes y expectativas de la comunidad. Los resultados obtenidos, tanto técnicos como organizacionales, han sido posibles gracias al apoyo externo casi permanente del proyecto. Las acciones emprendidas por SATIIM han llevado a la creación de un sistema de manejo sostenible, el desarrollo de investigación básica, el empoderamiento de las organizaciones locales, y la búsqueda de financiamiento para diversos proyectos.
Este ejemplo pone énfasis en la relevancia de vincular la conservación con la actividades de subsistencia locales. Por otro lado, también destaca el rol que juegan las organizaciones externas como entes facilitadores del proceso de empoderamiento local para la conservación. Igualmente, se destaca la necesidad de contar con financiamiento en un horizonte de trabajo viable para la ejecución de un proyecto de esta naturaleza.
El parque da cuenta de un complejo conjunto de varios tipos de ecosistemas terrestres. Predominan en el lugar los bosques anegados estaciónales y permanentes, con unas 1.100 hectáreas de turberas en tierras bajas cubiertas de un musgo único en toda la región. El parque posee una laguna interior de aguas saladas y 9.600 ha de pantanos salinos. Aloja el único palmeral de Belice, además del manglar rojo más grande y mejor conservado del país. Es hábitat de varias especies amenazadas y vulnerables, como el mono aullador negro, la tortuga blanca, la danta, el manatí de las Indias Occidentales y el cocodrilo de Morelett (Ramsar). Berkey 1994 (citado por Caddy et al, 2001) menciona que el distrito de Toledo fue un área de asentamiento maya desde antes de la conquista y creación del estado de Belice. Sin embargo, durante el siglo 18 y 19 los españoles forzaron a los mayas del sur de Belice a emigrar a Guatemala. Lo cual convirtió el área en una zona prácticamente despoblada hasta la llegada de los garífunas. Al final del siglo 19 y principios del 20, dos grupos distintivos de mayas, mopan y kekchis, empiezan su migración desde Guatemala para establecerse al sur de Belice. Los garífunas, también conocidos como afrocaribes, son los descendientes los indios Arawak de América del Sur que se mezclaron con esclavos africanos fugitivos. Los garífunas llegaron a Belice y a la zona de SarstoonTemash a comienzos del siglo 19.
Existen cinco comunidades indígenas y tradicionales ubicadas en los límites del Parque. Cuatro de estas cinco comunidades (Crique Sarco, Midway, Sunday Wood, y Conejo) son habitados por cerca de 900 mayas kekchis, mientras que la comunidad garífuna (Barranco) tiene entre 150 a 200 habitantes (SATIIM). Los idiomas primarios de estas comunidades son el maya kekchi y el garífuna. El segundo idioma es el inglés, el que es hablado por la mayoría de los residentes de Barranco y por el 60% de los mayas kekchis.
El sistema maya de tenencia de la tierra está gobernado principalmente por un sistema comunitario de manejo de la tierra. La asignación de parcelas se realiza a través de un proceso de consulta que es supervisada por los líderes del pueblo. Caddy et al (2001) recalca la inestabilidad de las comunidades mayas debido a la falta de títulos de dominio de sus tierras y una creciente presión para establecer proyectos de desarrollo.
Los garífunas dejaron la pesca y la agricultura de subsistencia. Los residentes de Barranco dependen fuertemente de las remesas enviadas por los miembros de la familia que viven en el exterior (DeVries et al, 2003). La comunidad está preocupada por las invasiones de tierra y por la propia situación de inseguridad en cuanto a su tenencia. Al igual que los mayas, los garífunas reclaman la propiedad jurídica de sus tierras ancestrales, a las cuales las consideran como su patrimonio comunal. Los recursos naturales han atraído la atención de empresas nacionales e internacionales, especialmente para explotaciones forestales.
Participación de las comunidades en el manejo y administración del parque
Cuando se estableció el parque el gobierno no contaba con los recursos para su manejo. La creación de esta área se debió a presiones de la comunidad internacional a adoptar medidas de protección ambiental, a cambio de ayuda económica. El gobierno no consultó a las comunidades indígenas residentes cuando estableció el parque, y las comunidades desconocieron la existencia del AP hasta tres años más tarde. Al conocer la existencia del parque la reacción de la comunidad fue de rechazo. Las comunidades se organizaron para hacer frente a lo que percibían, inicialmente, como un peligro para sus sistemas de vida y supervivencia (Caddy et al, 2001).
En 1997, la comunidad decide revertir la situación e iniciar el diálogo con el gobierno para conseguir el co-manejo del parque. El diálogo se llevo a cabo con participación de organizaciones nacionales indígenas, tales como el Consejo Kekchi de Belice (KCB), la Asociación de Alcaldes de Toledo (TAA) y el Consejo Nacional Garífuna (GNC). Además de organizaciones como el Centro de Estudios Ambientales de Belice (BCES), el Consejo de Conservación de las Áreas Protegidas (PACT), the Nature Conservancy, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Caddy et al (2001) distinguen a la falta de recursos del estado como un factor que aumentó la receptividad del gobierno hacia la participación local en la administración de las áreas protegidas.
Se formó un Comité Directivo conformado por representantes de cada poblado y delegados del KCB, el NGC, la TAA, el PACT y el Departamento Forestal. Este comité obtuvo varios subsidios pequeños que fueron usados para formalizar y fortalecer la iniciativa comunal. Se obtuvo financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, del Gobierno de Belice, del Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (IFAD) y cooperación de la ONG estadounidense EcoLogic (SATIIM).
El Instituto Sarstoon-Temash de Manejo Indígena (SATIIM) fue oficialmente establecido en 1999, como sucesor del comité directivo original. En abril del año 2003, SATIIM firmó un acuerdo con el gobierno de Belice que establece la estructura de co-manejo del parque nacional. Al mismo tiempo, SATTIM formaliza una relación de trabajo con la organización guatemalteca FUNDAECO, para atender conjuntamente aspectos de conservación costeros. SATIIM es también miembro de la “Alianza Trinacional para la Conservación del Golfo de Honduras”, que es una red regional de organizaciones en Guatemala, Belice, y Honduras.
La comunidad maya y garífuna desempeñan un papel central en la gestión del área al ser miembros de SATIIM. Se ha procurado desarrollar pequeñas actividades comunales de generación de ingresos, tendientes a unificar objetivos de desarrollo y de conservación. Un ejemplo de ello, es la producción orgánica de cacao para exportación y el uso de agroforesteria en la zona de amortiguamiento del parque. La organización señala que la fortaleza del proyecto ha sido considerar la dependencia económica y cultural de las comunidades respecto de su medio, y éste enfoque socio-económico cobra relevancia en la iniciativa de conservación. El Banco Mundial-FMMA ha otorgado financiamiento al proyecto “Manejo comunitario para la conservación de Sarstoon-Temash” (COMSTEC por sus sigla en inglés). Gracias a este apoyo el parque cuenta con un plan de manejo (2004-2009) y SATIIM ha desarrollado su plan estratégico (2005-2010).
SATIIM contrató los servicios de expertos para realizar una evaluación biológica del parque. La tarea contó con la participación de 20 miembros de las comunidades vecinas, quienes recibieron formación como para-biólogos. El estudio permitió identificar un nuevo ecosistema pantanoso con presencia del musgo del género Sphagnum. Se han realizado evaluaciones de tipo socio-económica, ecológica, hidrológica, y geológica y de suelos. Se ha desarrollado un plan de uso público y ordenamiento territorial, además de desarrollo cartográfico de los límites comunales. Esto en el marco de COMSTEC orientado a desarrollar capacidades para la evaluación, monitoreo de la biodiversidad, y mejorar la gestión comunitaria del territorio (SATIIM).
Recientemente, SATIIM en conjunto con FUNAECI han sido acreedores de un financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente para pequeños proyectos (US $40.000). El objetivo del proyecto es desarrollar mecanismos comunitarios de base para enfrentar la sobre pesca en las aguas adyacentes el parque nacional Sarstoon-Temash en el golfo de Honduras. De este modo se espera aumentar la conciencia del impacto de prácticas no-sustentables de pesca, definir buenas prácticas, y establecer un marco normativo en Belice y Guatemala.
Logros y desafíos
La evolución en la gestión de Sarstoon-Temash ha demostrado que una organización sin experiencia, como SATIIM en sus inicios, es capaz de asumir un rol de gestión cuando el apoyo es propicio. SATIIM ha enfrentado una madurez organizacional no ausente de dificultades, especialmente para vencer la –aún remanente- resistencia local al proyecto por ciertos grupos locales y responder satisfactoriamente a las inquietudes y expectativas de la comunidad. Los resultados obtenidos, tanto técnicos como organizacionales, han sido posibles gracias al apoyo externo casi permanente del proyecto. Las acciones emprendidas por SATIIM han llevado a la creación de un sistema de manejo sostenible, el desarrollo de investigación básica, el empoderamiento de las organizaciones locales, y la búsqueda de financiamiento para diversos proyectos.
Este ejemplo pone énfasis en la relevancia de vincular la conservación con la actividades de subsistencia locales. Por otro lado, también destaca el rol que juegan las organizaciones externas como entes facilitadores del proceso de empoderamiento local para la conservación. Igualmente, se destaca la necesidad de contar con financiamiento en un horizonte de trabajo viable para la ejecución de un proyecto de esta naturaleza.
El comunicado de prensa afirma que los mayas ahora necesitan una escolta militar para entrar tierras ancestrales. El Manejo de los Recursos Naturales de los Mayas antecede al menos por 150 años de controversias fronterizas.
Un representante militar guatemalteco explicó a la patrulla de SATIIM:
El protocolo dice que si ustedes son militares, los militares tienen una entrada especial por parte del gobierno de Guatemala. Éllos piden permiso, no hay problema, a éllos se les escolta, solo institución militar. No pesca, no área protegida, nada. Al menos de que ustedes vengan y pidan que los escolten, porque ustedes estan viendo sus bosques acá. A ustedes se les va a acompañar... Ese es el protocolo... Por que ustedes no pueden realizar esto, al menos que pidan permiso allá arriba y acá después. Hoy no hay problema. Hoy les vamos a acompañar, pero para la próxima ocasión, tienen que pedir permiso con el gobierno... Tienen que pedir permiso primero a su gobierno. En este caso por cancellería. Cancillería tiene que pedir permiso para que cancillería autorice... Hoy les vamos a acompañar. Nada más a acompañarles. Para próxima ocasión, permiso con cancellería.
Este incidente es el último acontecimiento de confrontación militar con civiles de ambos lados de la frontera. En el comunicado de prensa conjunto se afirmó además que en abril en respuesta al asesinato de un menor guatemalteco de 13 años, el Ministro de Defensa de Guatemala ha anunciado el despliegue de 3000 soldados a lo largo de la frontera.
Mientras que las patrullas forestales de SATIIM han sido previamente abordadas por el ejérecito guatemalteco en esta históricamente impugnada zona fronteriza, esta es la primera vez que los mayas se les informó que únicamente podían entrar con escolta militar guatemalteca.
El ejército guatemalteco reiteró a la patrulla que sólo efectivos militares pueden pasar la área.
Más de diez años patrullas de la comunidad local han reunido información de la región reconocida por su importancia internacional por la Convención de Ramsar. En 1997, el gobierno de Belice estableció el Parque Nacional Sarstoon Temash en tierras a lo largo de la frontera natural entre los países creado por la cuenca del Río Sarstún. Las comunidades indígenas locales no se les había informado previamente de su decisión en transformar sus tierras ancestrales en un parque (y entonces nunca dieron su consentimiento). Sin embargo, desde hace casi diez años, éllos han continuado vigilando la región con un arreglo de manejo compartido con el gobierno nacional,el comunicado de prensa explica.
Estas comunidades de los mayas están afectadas por un conflicto fronterizo internacional por simplemente tratar de defender a sus tierras ancestrales,dijo Froyla Tzalam, director ejecutivo de SATIIM.
Ambos Gobiernos tienen que encontrar una solución que permita a las comunidades locales a proteger libremente sus recursos naturales sin amenazas intimidatorias o acosos,Tzalam acotó.
Además de la creciente presencia militar, ninguno de los dos Gobiernos ha agotado financiación suficiente de documentar la degradación ambiental en esa cuenca que se vierte directamente en la barrera de arrecife.
Comunidades locales son las únicas personas quienes tienen un gran conocimiento y cuidan de esta región,Tzalam agregó.
La Coalición de Belice para Salvar Nuestro Patrimonio Natural en octubre reconoció a SATIIM por sus inagotables esfuerzos tanto de la Conservación como de los Derechos Humanos.
En agosto de 2016, el equipo del Comité de Vigilancia Ambiental Participativa de SATIIM encontró evidencia de la explotación maderera a lo largo del río Sarstún, cosecha de consuelda mayor y pesca con redes de enmalle en el río Temash.
Los datos indican 50 senderos sísmicos cortados desde la desembocadura del río Sarstún hasta Black Creek. Dos senderos demuestran una reciente actividad en que árboles de Santa María fueron cosechados y cortados en madera listos para el transporte.
Fuentes: © Comunicado De Prensa Del Instituto Sarstoon Temash De Manejo Indígena (SATIIM) | Breaking Belize News | Nosotros Unidos Con Belize; Fotos: © Instituto Sarstoon Temash De Manejo Indígena (SATIIM) | Google Map Pro | Reproducción Del Vídeo; Vídeo: © Instituto Sarstoon Temash De Manejo Indígena (SATIIM) | Nosotros Unidos Con Belize
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